YO
>> martes, 9 de marzo de 2010
amo a mi mami!!
Mi mami y mi hijo bello
Gracias Dios por darme una mami como ella.
Gracias por que a pesar de haberte fallado tantas veces puedes abrazarme con tus palabras y porque aun ya no vivas aquì en casa, sè que a una llamada o hasta un mensaje de correo, tu estaràs siempre orando por mi. Gracias por tu comprensiòn en todo este tiempo, gracias por tu sinceridad que aunque me duela aveces me enseña.
Te quiero mamita, te quiero mucho.
Canciòn:
Mamá, he soñado que llamabas a mi puerta
un poco tensa y con la gafas empañadas,
querías verme bien y fue la vez primera,
sentía que sabías como te añoraba.
Y me abrazaste mientras te maravillabas
de que aguantara triste y casi sin aliento,
hace ya tanto que no estamos abrazadas
y en el silencio me dijiste...¡lo siento!.
Pero ha bastado un ruido para despertarme,
para llorar y para hacer que regresara
a aquellos días que de niña me cuidabas
donde en verano cielo y playa se juntaban.
Mientras con mi muñeca vieja te escuchaba
los cuentos que tú cada noche me contabas
y cuando más pequeña tú me acurrucabas
y adormecida en tu regazo yo soñaba.
Pero a los dieciséis sentí como cambiaba,
y como soy realmente ahora me veía,
y me sentí tan sola y tan desesperada
porque yo no era ya la hija que quería.
Y fue el final así de nuestra confianza
de las pequeñas charlas que ayudaban tanto,
yo me escondí tras una gélida impaciencia,
y tú deseaste el hijo que se te ha negado.
Y me pasaba el día sin volver a casa,
no soportaba tus sermones para nada,
y comencé a volverme yo también celosa,
porque eras casi inalcanzable, tan hermosa.
Y abandoné mi sueño a falta de equipaje,
mi corazón al mar tiré en una vasija,
perdí hasta la memoria por falta de coraje,
porque me avergonzaba tanto ser tu hija.
No, no, no, no, no.
Mas no llamaste tú a mi puerta,
inútilmente tuve un sueño que no
puede realizarse,
mi pensamiento está tan lleno del presente
que mi orgullo no me deja perdonarme.
Mas si llamases a mi puerta en otro sueño,
no lograría pronunciar una palabra,
me mirarías con tu gesto tan severo
y yo me sentiría cada vez mas sola.
Por eso estoy en esta carta tan confusa,
para contar algo de paz en lo que pienso,
no para reclamarte ni pedirte excusas,
es solo para decirte, mama...¡lo siento!.
Y no es verdad que yo me sienta
avergonzada,
son nuestra almas tan igual, tan parecidas
esperaré pacientemente aquí sentada,
te quiero tanto mama...escríbeme...tu hija.
Gracias por que a pesar de haberte fallado tantas veces puedes abrazarme con tus palabras y porque aun ya no vivas aquì en casa, sè que a una llamada o hasta un mensaje de correo, tu estaràs siempre orando por mi. Gracias por tu comprensiòn en todo este tiempo, gracias por tu sinceridad que aunque me duela aveces me enseña.
Te quiero mamita, te quiero mucho.
Canciòn:
Mamá, he soñado que llamabas a mi puerta
un poco tensa y con la gafas empañadas,
querías verme bien y fue la vez primera,
sentía que sabías como te añoraba.
Y me abrazaste mientras te maravillabas
de que aguantara triste y casi sin aliento,
hace ya tanto que no estamos abrazadas
y en el silencio me dijiste...¡lo siento!.
Pero ha bastado un ruido para despertarme,
para llorar y para hacer que regresara
a aquellos días que de niña me cuidabas
donde en verano cielo y playa se juntaban.
Mientras con mi muñeca vieja te escuchaba
los cuentos que tú cada noche me contabas
y cuando más pequeña tú me acurrucabas
y adormecida en tu regazo yo soñaba.
Pero a los dieciséis sentí como cambiaba,
y como soy realmente ahora me veía,
y me sentí tan sola y tan desesperada
porque yo no era ya la hija que quería.
Y fue el final así de nuestra confianza
de las pequeñas charlas que ayudaban tanto,
yo me escondí tras una gélida impaciencia,
y tú deseaste el hijo que se te ha negado.
Y me pasaba el día sin volver a casa,
no soportaba tus sermones para nada,
y comencé a volverme yo también celosa,
porque eras casi inalcanzable, tan hermosa.
Y abandoné mi sueño a falta de equipaje,
mi corazón al mar tiré en una vasija,
perdí hasta la memoria por falta de coraje,
porque me avergonzaba tanto ser tu hija.
No, no, no, no, no.
Mas no llamaste tú a mi puerta,
inútilmente tuve un sueño que no
puede realizarse,
mi pensamiento está tan lleno del presente
que mi orgullo no me deja perdonarme.
Mas si llamases a mi puerta en otro sueño,
no lograría pronunciar una palabra,
me mirarías con tu gesto tan severo
y yo me sentiría cada vez mas sola.
Por eso estoy en esta carta tan confusa,
para contar algo de paz en lo que pienso,
no para reclamarte ni pedirte excusas,
es solo para decirte, mama...¡lo siento!.
Y no es verdad que yo me sienta
avergonzada,
son nuestra almas tan igual, tan parecidas
esperaré pacientemente aquí sentada,
te quiero tanto mama...escríbeme...tu hija.


3 comentarios:
awww!! qué lindo!!
has hecho que se humedezcan mis ojos!!!
un abrazote para ti y otro para tu mama!
¡Bien escrito!
Quien no ama a su mamá
no es capaz de amar a nadie.
Publicar un comentario